Qué es la talasofobia y consejos para superarla progresivamente

La inmensidad del océano ha fascinado y aterrorizado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Sus aguas profundas y misteriosas han sido el caldo de cultivo de mitos, leyendas y, para algunos, un temor profundo y visceral conocido como talasofobia.

En este artículo descubriremos más detalles de esta fobia para entender sus raíces y sus manifestaciones. También veremos consejos para superar esta fobia de forma progresiva y, sobre todo, efectiva.

¿Qué es la talasofobia?

Este término podría sonarte a algo complejo, pero en realidad, se refiere simplemente al miedo a las profundidades del agua. Ya sea el vasto océano, un lago inmenso o cualquier gran masa de agua que se perciba como oscura y profunda, la talasofobia abarca ese temor intenso.

Lo interesante es que, cuando hablamos específicamente del océano, este miedo no se limita solo al agua (que sería la acuafobia), sino al propio océano y a todo lo que implica: sus misterios sin resolver, los peligros que podrían esconderse en su inmensidad. 

Debemos reconocer que hay razones de peso para que este miedo exista. Hasta ahora, la humanidad ha explorado menos del 5% del lecho oceánico. Eso nos deja con un 95% de territorio submarino sin descubrir, lleno de secretos y posibles criaturas desconocidas. Imaginar qué podría haber allí abajo despierta el miedo en muchas personas.

Aunque es común tener algún tipo de fobia (se estima que entre el 10 y el 20% de la población mundial las padece), no contamos con cifras exactas sobre cuántas personas sufren de talasofobia. Pero si algo he aprendido en mis inmersiones es que el océano, a pesar de sus misterios y profundidades, es un lugar de inigualable belleza y serenidad. Conocerlo y respetarlo puede ser el primer paso para superar este miedo y descubrir un mundo fascinante que espera ser explorado.

¿Qué asusta a una persona con talosofobia?

Para responder a esta pregunta hemos pedido ayuda a buceadores de Mojodive, centro de Buceo en Lanzarote. Como expertos buceadores en el océano, nos cuentn lo que pone los pelos de punta a alguien con talasofobia. 

Imaginemos por un momento que solo ver imágenes o videos del lecho marino te causa un escalofrío, o que la simple visión de un submarino o un barco te hace sentir inquietud. Eso es solo la punta del iceberg para alguien que sufre de talasofobia.

Este temor no se limita solo a lo visual. El solo pensar en la inmensidad vacía del mar, o la idea de alejarse demasiado de la seguridad de la tierra firme, puede hacer que el corazón de una persona con talasofobia se acelere.

Quienes sufren de talasofobia a menudo usan su imaginación contra sí mismos, visualizando animales marinos terroríficos y peligrosos. Incluso el ver fotografías de seres vivos conocidos, como los tiburones, puede provocarles una gran ansiedad. La raíz de este miedo radica en la incertidumbre, en no saber exactamente qué se esconde bajo la superficie del agua, si hay algo vivo observándonos desde la oscuridad.

Lo que los expertos buceadores de MojoDive han aprendido en sus miles de inmersiones es que el mar, a pesar de sus misterios, es un lugar de maravillas naturales y criaturas fascinantes. Nos hablan por ejemplo de la experiencia de buceo en el Barranco del Quíquere en Lanzarote, en los que visitan 3 barcos pesqueros de madera que están en el fondo del mar. Esta inmersión que han hecho cientos de veces les ha demostrado que, aunque nuestra imaginación nos haga pensar en criaturas marinas horribles escondidas en esos barcos, la realidad es que no hay nada de lo que temer si se baja con expertos buceadores como ellos.

¿Cómo saber si eres talasofóbico?

Si alguna vez te has preguntado si podrías ser talasofóbico, hay algunas señales y síntomas que pueden ayudarte a identificarlo.

A nivel físico:

  • Sensación de mareo o vértigo, como si el suelo debajo de ti empezara a moverse.
  • Náuseas, esa sensación incómoda en el estómago que te hace sentir como si fueras a vomitar.
  • Dificultad para respirar, como si el aire se volviera denso o simplemente no pudieras tomar suficiente oxígeno.
  • Palpitaciones del corazón, que se acelera o se siente muy fuerte en tu pecho.
  • Sudoración, incluso si no hace calor o no estás realizando actividad física.

A nivel emocional:

  • Ansiedad intensa, una sensación de nerviosismo o preocupación que no puedes sacudir.
  • Una necesidad urgente de alejarte de la situación, como si cada fibra de tu ser te estuviera diciendo que huyas.
  • Una sensación de que algo terrible está a punto de suceder, sin poder explicar exactamente qué.
  • Sentirse desconectado de la situación, como si no pudieras participar plenamente o estuvieras viéndolo todo desde lejos.

Estos síntomas no solo pueden aparecer estando cerca del agua. Conducir a lo largo de una costa, o incluso volar sobre el océano, también puede desencadenarlos. Lo importante aquí es reconocer estos signos y entender que, aunque el océano y las grandes masas de agua pueden parecer intimidantes, también hay maneras de enfrentar y superar estos miedos.

¿Cómo superar la talasofobia?

Lo primero y más importante es entender qué desencadena tu talasofobia. Esto puede implicar un poco de introspección o trabajar con un profesional, como un psicólogo o un psiquiatra especializado en terapia conductual y cognitiva. A veces, el miedo profundo al océano proviene de un shock emocional o un trauma relacionado con el agua. Identificar estos desencadenantes es un paso crucial para tratar tu fobia de manera efectiva.

En cuanto al tratamiento, hay varias estrategias que pueden ayudarte a superar este miedo. Aunque no hay una solución única para todos, los métodos que se aplican para otras fobias también pueden ser efectivos para la talasofobia. Entre estos métodos se incluyen:

  • La terapia de conducta cognitiva, que te ayuda a cambiar los patrones de pensamiento negativos relacionados con el mar.
  • Técnicas de relajación, como el yoga o la respiración profunda, que pueden ayudarte a manejar la ansiedad cuando piensas en el océano o te encuentras cerca de él.
  • La desensibilización sistemática, un proceso gradual que te expone poco a poco al objeto de tu miedo en un entorno controlado y seguro, para reducir tu respuesta de ansiedad.
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