Miedo a los títeres

Los títeres por lo general resultan ser muy divertidos para la mayoría de las personas; sin embargo, hay personas que desarrollan un miedo incontrolable hacia los títeres. En ocasiones este miedo a los títeres, puede ser considerado como una fobia, la cual como cualquier fobia, puede llegar a alterar la calidad de vida de quien lo padece si no se toman las medidas adecuadas para tratarla y combatirla y muy particularmente si no se toma como algo serio.

Cómo se llama el miedo a los títeres

El miedo, terror o pánico a los títeres es una condición poco común, se le denomina pupafobia; y se le considera como la fobia a los títeres, aunque para muchas personas podría ser considerada como algo absurdo o sin sentido, quienes la padecen sufren mucho por causa de este trastorno.

La pupafobia es una de las fobias más curiosas, y hasta cierto punto es entendible, ya que se trata de tener miedo particularmente a los títeres, aunque dentro de la misma se engloban las marionetas y los muñecos articulados.

Igualmente, la pupafobia está asociada o se clasifica con otras fobias afines como la automatonofobia (miedo a los muñecos), pediofobia (temor a las muñecas e incluso la coulrofobia (miedo a los payasos y mimos); todo esto dependiendo del grado de complejidad del trauma o fobia que experimente la persona.

Causas de la fobia a los títeres

Las causas específicas de la pupafobia son aún desconocidas; lo que sí es seguro es que como en la mayoría de las fobias la misma tenga su origen en una predisposición genética, así como también en una serie de rasgos de la personalidad que generan una predisposición en la persona para el desarrollo de este o algún otro tipo de fobia.

En términos generales, el miedo a los títeres tiene un grado de desarrollo la mayoría de las veces debido a una vivencia desagradable relacionada a la figura del títere dando origen con el tiempo a la fobia.

Podría tratarse de una película o historia de terror, alguna experiencia traumática donde se involucre un títere o situaciones que hayan generado una impresión muy fuerte en la persona quedando grabada en la psique y dándole un estímulo al cerebro para que se genere una percepción perturbadora en torno a este tipo de objetos inanimados.

En este sentido, el desarrollo de la pupafobia es mayor en los niños y adolescentes que en los adultos, siendo la mayor causa para la aparición de la fobia el hecho de que la población infantil tiene una increíble imaginación, capaz de extrapolar el miedo que sienten ante una experiencia en específico y llevarlo a un punto de miedo irracional e incontrolable dando origen así a la fobia a los títeres.

Cómo superar el miedo a los títeres

Uno de los mayores desafíos al momento de sufrir de algún tipo de fobia, es la capacidad para poder superarla y eventualmente perder ese temor, el reto para poder hacerlo se centra principalmente en la persona y en su disposición para poder superar su condición.

Como punto de partida, lo primordial es acudir con un profesional que pueda ayudar a canalizar toda la situación en torno a la fobia, especialmente para determinar si realmente se trata de una fobia.

A partir del diagnóstico de la pupafobia, entonces una de las recomendaciones para progresivamente llegar a superarla es la psicoterapia; tratando de aplicar sistemáticamente un proceso de desensibilización cognitivo-conductual donde la persona pueda ser capaz de ir mediante la aplicación de técnicas profesionales desprendiéndose de estos miedos.

Cómo perder la fobia a los muñecos

Como hemos comentado, enfrentarse a una fobia no es un proceso sencillo, por el contrario; se trata de un proceso sumamente complejo y delicado que si no es abordado de la forma correcta, podría terminar por agravarse mucho más.

Por eso es esencial recurrir a un profesional para poder atender a la persona que padece de esta o cualquier otra fobia, especialmente para perder el miedo y no solo superar ciertos episodios de pánico, es lo más saludable llegar a un punto donde la persona pueda estar frente a un títere sin tener que experimentar un episodio fóbico estresante y traumático.

Así como mencionamos la psicoterapia para el tratamiento de la pupafobia, las sesiones cognitivas y los entrenamientos de relajación son muy efectivos para aprender a perder una fobia como esta.

Posteriormente, lo ideal es mediante un ambiente controlado, poner en práctica todo este proceso terapéutico mediante la exposición progresiva de la persona a los objetos generadores del temor, esto permitirá que mentalmente pueda ser capaz de asumir e internalizar la experiencia para poder acabar con los pensamientos irracionales y la sintomatología propi de la fobia.

Es evidente que la pupafobia debe ser tomada como una realidad para quienes la padecen, tratar de buscar ayuda y no generarle situaciones de estrés a estas personas es un comienzo para que puedan superarla y aprender a lidiar con ella, así  su calidad de vida tendrá una mejoría notable.

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