Miedo a los fármacos

Por medio de la medicina hemos podido combatir muchas enfermedades que en otros tiempos eran mortales y que gracias a los medicamentos hemos podido sobrevivir a estas. Además también han conseguido que nuestra esperanza de vida se vea expandida consiguiendo que lleguemos a los 90 con más facilidad que hace un par de décadas o siendo impensable hace unos siglos.

A pesar de los beneficios que tienen estos, siempre tomados de una manera lo más correcta y con prescripción médica, son muchas personas las que rehúyen a la toma de cualquier fármaco, ya bien se trate de un Paracetamol para los dolores de cabeza, o incluso cuando se tiene una infección o cuando se requiere vacunación de un menor, pudiendo causar graves problemas. Este tipo de miedo a los fármacos cuenta con un nombre denominado farmacofobia y que hace que muchas personas no solo eviten tomarlos cuando se encuentran enfermos, sino que sienten malestar al encontrarse cerca de un medicamento.

¿Cómo se llama la fobia a los medicamentos?

La fobia a los medicamentos o miedo irracional a los fármacos se llama farmacofobia y en el mundo existe un amplio porcentaje de personas que la sufren, pensando que la ingesta de estos químicos puede producir problemas muy graves en su salud y prefieren resistir el dolor o incluso ver como la infección va creciendo antes de tomarse una pastilla o incluso ir a un hospital para que puedan tratar su afección.

Hay que aclarar, que no toda aquella persona que no quiere tomarse medicamentos está incluida en esta fobia, puesto que hay personas que desean evitar automedicarse, por ejemplo para un dolor de cabeza y esperar para que se reduzca en vez de tomar dos o tres fármacos al día. Con la farmacofobia nos centramos principalmente en aquellos que incluso con el mero hecho de nombrar un medicamento o incluso de verlo sobre la mesa sienten una gran ansiedad, pudiendo sufrir graves ataques de pánico.

Los síntomas más característicos que suelen sufrir los afectados por esta fobia a los medicamentos es la aparición repentina de taquicardias sin motivo aparente, acompañadas con fuertes dolores en el pecho, incluso cuando no sufre ninguna cardiopatía detectada. Podremos ver a la persona sudando bastante con ciertos tics o temblores que pueden ser solo en una parte del cuerpo o incluso recorrerle de pies a cabeza. Las personas que se encuentran en esta situación van a tener dolores de estómago producidos por el estrés, causando trastornos gastrointestinales que pueden achacar a la toma del fármaco y que hacen crecer su miedo incondicional a medicarse.

Principales problemas de la farmacofobia

Como puedes imaginar, el miedo a los fármacos puede conllevar graves problemas de salud, ya que no solo se está hablando de ansiedad, sino que incluso puede verse ampliado a cualquier tipo de tratamiento para evitar una enfermedad o para curarla, negándose en redondo a tomar cualquier medicamento que pueda ayudarles a curarse, incluidas las vacunas, inyecciones, o incluso el ir a un hospital para que puedan poner fin a su malestar. Esta fobia puede hacer que una persona que solo tenía una infección común y de fácil curación con los medicamentos necesarios, pueda extenderse por su organismo y afectarle mucho más, incluso provocar la muerte si no se ha cuidado como es debido.

Esto no solo va a repercutir en la persona que sufre la farmacofobia, sino que también va a centrarse en su entorno más cercano, tanto pareja, hijos o incluso si sus padres son mayores evitarán que estos tomen cualquier fármaco. En ocasiones esto puede hacer que los afectados no vacunen a sus hijos puesto que piensan que están dañando la salud de sus hijos, haciendo exactamente lo contrario, que terminen infectándose o causando la muerte, tanto a sus seres queridos como a ellos mismos con un problema que podría haber sido resuelto de una manera mucho más sencilla y sin riesgos.

¿Cuáles son las causas del miedo a los fármacos?

Respecto a las causas de este miedo atroz a los medicamentos se puede detectar que cuentan con algunos aspectos comunes, como por ejemplo el pensamiento de que están tomando químicos que pueden dañar más que curar su cuerpo. Estas personas tienen el pensamiento de que al tomar un fármaco, se está desprendiendo elementos químicos que son dañinos o tóxicos en su organismo y que, aunque pueda curar su afección, como es el caso del dolor de cabeza, pueden llegar a sufrir otro tipo de dolencias con el tiempo y por este motivo, prefieren alejarse de ellas.

Otra de las razones que puede producirse es que han tenido una experiencia negativa con los medicamentos, ya bien sea porque han visto que, a pesar de la toma de fármacos han visto morir a un ser querido o incluso si por un descuido se han intoxicado al tomarlas por error. Esto unido al hecho de que por internet existen muchos artículos que rechazan la toma de los medicamentos explicando ciertas teorías, puede hacer que la creencia y el miedo irracional a estos crezca y se alejen más de su toma.

¿Cómo se trata la farmacofobia?

Es esencial que para que un afectado por esta fobia se recupere, deba pasar por terapia profesional, ya que de lo contrario podría ocasionar el efecto contrario al deseado. Es importante que la persona vea que se encuentra en una situación irracional y que no debe de temer a los medicamentos, sino que debe de tenerlos como unos aliados que usados de manera correcta pueden salvar su vida y la de los suyos.

En este caso el especialista deberá de buscar el origen de este miedo, tratando de encontrar en sus sentimientos y emociones aquellas que han llevado a ocasionar este malestar y este rechazo para poder trabajar desde este punto e ir poco a poco elaborando una serie de ítems que se deberán de ir cumpliendo con el paso del tiempo. La recuperación de la farmacofobia es posible siempre que se sigan unas pautas y sobre todo, que su tratamiento sea prolongado y cuente con el seguimiento de un profesional.

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