Miedo a los agujeros

Miedo a los agujeros

Hoy en día es innegable la existencia de una infinidad de miedos o fobias; pero quizás uno de los miedos o fobias más peculiares y recientes es el miedo o fobia a los agujeros, se trata de una condición aun no reconocida dentro del mundo médico pero que es muy común en la mayoría de las personas. Generalmente el desconocimiento de este tipo de miedo hace que sea complicado poder combatirlo, sin embargo existen ciertos métodos para superar este miedo y aprender un poco más sobre el tema.

Cómo se llama el miedo a los agujeros

El miedo a los agujeros está denominado como tripofobia, a pesar de ser un término muy reciente y de aún no tener un reconocimiento oficial como fobia dentro de la medicina, sin embargo cada vez más profesionales se inclinan por conocer sobre ésta y aprender cómo funciona exactamente.

La tripofobia se caracteriza por generar repulsión o miedo irracional hacia agujeros, huecos, hoyos, agrupaciones de figuras simétricas o asimétricas de forma repetitiva; es un miedo que se expande hacia los patrones repetitivos, ya sean figuras, objetos, superficies, entre otros.

El problema con la tripofobia es que es difícil determinar con exactitud las condiciones o características específicas de la misma, ya que la sintomatología varía según cada persona, siendo un factor común el temor por los agujeros particularmente.

En términos generales esta fobia está relacionada con elementos orgánicos presentes en la naturaleza; como pueden ser los panales de abejas, las semillas de la flor de loto, la piedra pómez, el moho, los corales, las células, los poros de la piel, etc. Igualmente los objetos o superficies también son generadores de ansiedad para la tripofobia, tales como las esponjas, las burbujas de jabón, bultos pequeños aglomerados, rectángulos, círculos, entre otros.

Causas de la fobia a los agujeros

Como suele ocurrir con la mayoría de las fobias o miedos, cuyo origen o causa se centra en experiencias negativas o en aprendizaje adquirido; el origen de tripofobia está considerado como un proceso evolutivo hereditario.

La principal teoría para este tipo de reacciones radica en la determinación que la tripofobia está asociada a un origen biológico de condicionamiento innato, y no a una condición psicológica adquirida.

Estudios realizados han podido determinar hasta cierto punto que la tripofobia es un mecanismo de defensa que hemos heredado de nuestros ancestros para evitar el contacto con animales venenosos o agentes contaminantes presentes en la naturaleza.

Esto quiere decir que estamos genéticamente programados para rechazar el peligro que pudiera estar representado mediante animales, objetos o lugares cuyo aspecto es muy similar a pequeños agujeros o patrones generadores de la tripofobia. Se trata de una función visual específica que ha evolucionado en los humanos y que ahora se ha convertido en fobia.

Los expertos aseguran que en la antigüedad los seres humanos estaban expuestos a presiones de selección para evitar patrones presentes en plantas y animales venenosos, lo que con el paso del tiempo ha dado origen a la tripofobia.

Cómo superar el miedo a los agujeros

Uno de los mayores desafíos de la tripofobia es que se trata de una condición que al no estar reconocida aún como fobia o enfermedad, no existen tratamientos específicos para poder combatirla.

Aunque, al presentar todos los síntomas que cualquier fobia de este tipo, los tratamientos con terapia pueden resultar ser muy efectivos para poder superarla; es importante acudir con un profesional para poder obtener la asesoría necesaria para tratar de forma efectiva esta condición.

Es probable que el diagnóstico de la fobia se demore un poco o inicialmente no pueda ser detectada eficazmente, sin embargo por eso es necesario acudir con un psicológo o especialista en el tratamiento de fobias y condiciones de este tipo, para así poder determinar si el miedo a los agujeros que experimenta la persona es o no una fobia.

Cómo perder la fobia a los agujeros

Como en la gran mayoría de las fobias, el tratamiento al miedo a los agujeros o tripofobia va a depender de cada caso y del nivel de intensidad de la fobia, dependiendo de la persona será necesario un tratamiento más agresivo si su sintomatología es muy persistente hasta el punto de afectar su desenvolvimiento en la vida diaria.

Es importante recordar que al tratarse de una fobia poco conocida dentro de la ciencia, las posibilidades para un tratamiento particular son muy pocas, por lo que es importante ponerse en contacto con un profesional de la salud mental para que pueda guiar a la persona con un tratamiento adecuado, lo más común es la psicoterapia, así como la terapia de desensibilización.

Aunque inicialmente podría ser difícil para la persona poder determinar si padece de tripofobia, el tratamiento psicológico y la motivación a superar esta condición serán sus mejores aliados para erradicar la fobia de su vida definitivamente sin tener mayores consecuencias.

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