¿Eres de los que sube a un edificio alto y, cuando mira por la ventana, te entra por la boca del estómago una sensación muy desagradable? Entonces es que tienes miedo a las alturas. Esta fobia es algo de lo más común en el ser humano y, aunque sean muchos los que vuelen en avión o trabajen en oficinas que se encuentran a muchos metros del nivel del suelo, es un miedo muy característico ya que nuestra especie no está habituada por naturaleza a las alturas. Aquí te vamos a dar toda la información necesaria para que aprendas a identificar esta fobia con el vértigo, como también las razones por las que aparece y cómo superarlo.
Cómo se llama el miedo a las alturas
Aunque puedas pensar que el miedo a las alturas se denomina vértigo, no es del todo cierto, ya que este término es utilizado correctamente cuando se habla de la sensación que experimenta el cuerpo cuando siente un movimiento a su alrededor, incluso cuando el cuerpo no se mueve. El vértigo se puede asemejar al mareo, por lo que es muy diferente a la fobia a las alturas. El término correcto para este miedo es el de acrofobia, el prefijo que se utiliza es el de “akra”, que proviene del griego y significa altura.
Causas de la fobia a las alturas
Las causas de la acrofobia pueden ser muy diversas y de diferentes tipos. En primer lugar, podemos identificarla, según los especialistas del sector, por ser una reacción biológica a una situación que nuestra naturaleza ve como peligrosa o arriesgada. Como hemos dicho en la introducción, el ser humano está programado biológicamente para andar por la tierra, por lo que, se podría decir que es una reacción natural. Sin embargo, esta reacción puede verse intensificada debido a la mente de la persona que lo padece, consiguiendo que dicho estímulo lo paralice de tal manera que no pueda ni actuar bajo ninguna circunstancia.
La fobia a las alturas puede no solo ocasionar dicha parálisis para moverse y pensar con claridad, sino también hacer que la persona, con el simple pensamiento de estar en un sitio alto o ver un vídeo por internet, sienta que su cuerpo se encuentra en peligro y por lo tanto, comienzan los sudores, el estrés, la ansiedad y otros síntomas.
Otra de las causas más comunes es la imitación de los hijos, ya que han aprendido por parte de los padres que las alturas son extremadamente peligrosas y este aprendizaje le ha acompañado toda su vida hasta la madurez adulta, que sigue teniéndola o incluso desarrollándola.
Cómo superar el miedo a las alturas
Una de las maneras más conocidas a la hora de superar el miedo a las alturas, es hacerle entender su problema y cómo solucionarlo. En nuestra sociedad, hablar de los miedos que tiene cada persona es algo que se considera tabú, sobre todo porque se prefiere hablar de otros temas que no sean tan personales.
Es aconsejable que aquella persona que sufra acrofobia hable abiertamente con sus amigos o familiares sobre este miedo, de esta manera se sentirá apoyado y escuchado, pudiendo ver dicho miedo con otra perspectiva diferente. Una vez que se ha hablado y se quiere poner una solución eficaz, lo que suelen aconsejar los especialistas es que puedas ir a una sesión o terapia en la que traten directamente con el problema para erradicarlo, comprobando cuáles son los tratamientos más efectivos para esta fobia.
Es importante conocer la causa exacta por la que se ha originado la fobia a las alturas, ya que su terapia deberá ser acorde a esto. Es decir, si el paciente ha sufrido un accidente o una mala experiencia en el pasado relacionado con las alturas, se deberá de tratar de una manera diferente que si únicamente le tiene miedo por el aprendizaje o imitación de personas cercanas.
Cómo perder la fobia a las alturas
Una de las técnicas más utilizadas en la acrofobia, como también en la erradicación de otros miedos es la exposición al problema. Cabe destacar que esto se debe hacer por un profesional y siempre en unas condiciones que hagan que la persona se sienta segura.
Un ejemplo podría ser que el afectado vaya mirando por la ventana de un edificio alto en cada planta, subiendo poco a poco y descubriendo como se ve. Hay que evitar que vea las alturas desde el piso superior en primer lugar, ya que esto podría crearle mayor ansiedad. Antes de hacer esto, es aconsejable alguna que otra terapia o técnica de relajación y autocontrol de las emociones, consiguiendo que se pueda controlar los ataques de ansiedad antes de encontrarse en un lugar alto, como también durante el momento, consiguiendo que el nerviosismo no salga a la luz.
En casos extremadamente graves y en los que no se puede actuar de ninguna manera o el nerviosismo es demasiado intenso, lo recomendable en estos casos es evitar estas situaciones en la medida de lo posible. Por ejemplo, si se tiene miedo a volar, se puede colocar en los asientos interiores del avión, consiguiendo de esta manera no visualizar la distancia del avión al suelo. De la misma manera, si está viajando en coche y pasa por un puente, no mirar hacia abajo. Estas pequeñas tareas al final mejorarán la vida del acrófobo, aunque otros especialistas pueden llegar a recetar diferentes medicamentos o fármacos para aquellos momentos en los que es imposible evitar las situaciones en las que la persona esté en las alturas.