Existen circunstancias donde casi por instinto sentimos miedo a ciertos objetos o situaciones, en el caso de las agujas ese instinto natural de reaccionar negativamente está justificado ya que se trata de un mecanismo de defensa ante condiciones hostiles. Por eso, es normal que tanto niños como adultos sientan temor ante las agujas y ciertos objetos amenazantes similares por estar conscientes del daño que pueden causar. Pero existen personas que no tienen la capacidad de limitar su temor a situaciones específicas y su miedo a las agujas se extiende hacia cualquier situación de la vida diaria representando una amenaza en todo momento, este tipo de personas probablemente estén padeciendo de fobia a las agujas y objetos punzantes.
Cómo se llama el miedo a las agujas
Generalmente las agujas están asociadas a situaciones de dolor y estrés; cuando debemos colocarnos una inyección o vacuna, nuestra mente ya sabe que no será una situación para nada agradable y por eso es natural sentir cierto miedo o rechazo hacia estos objetos.
El problema surge cuando las personas desarrollan un miedo irracional, descontrolado y excesivo por las agujas y otros objetos puntiagudos como alfileres, cuchillos, navajas, etc.; en ese caso se trata de belonefobia o fobia a las agujas.
La belonefobia pertenece al tipo de fobias específicas, al ser el motivo del miedo un objeto en particular o lo que éste representa; estando incluida además dentro de los trastornos de ansiedad. Se manifiesta ante la presencia, la mención o la idea de pensar en una aguja, sin embargo también se incluyen objetos que puedan causar dolor o heridas en la piel tales como inyecciones, navajas, cuchillos, etc.
Generalmente la fobia a las agujas suele ser asociada a la tripanofobia (miedo a las inyecciones), hematofobia (miedo a la sangre), aicmofobia (miedo a los objetos punzantes); pero no es el caso de la belonefobia. Por eso es necesario determinar con exactitud de qué tipo de fobia se trata para poder dar un tratamiento efectivo.
Causas de la fobia a las agujas
La mayoría de las fobias son miedos adquiridos; los cuales son desarrollados por un tipo de aprendizaje asociativo donde la persona relaciona una experiencia o situación traumática o lo suficientemente negativa, llevándola a convertirlo en fobia.
En el caso de la belonefobia, es muy común que las personas en su infancia o incluso ya de adultos hayan experimentado alguna situación traumática con las agujas lo que habría propiciado su miedo a éstas.
Otras veces, el solo hecho de haber estado expuestos a experiencias de otras personas, podría ser el desencadenante de la fobia a las agujas; el observar en algún sitio cómo una persona podría haber sido afectada por una aguja o escuchar historias negativas de otras personas puede llegar a influir en el desarrollo de la belonefobia.
Poder determinar el origen de la fobia, podría resultar mucho más sencillo de lo que se cree, ya que solo basta con un estímulo para que aparezca este y otro tipo de miedos en una persona.
Cómo superar el miedo a las agujas
Intentar superar una fobia nunca es una tarea fácil, especialmente porque la mayor parte del trabajo dependerá de la capacidad mental y emocional de la persona para poder tener receptividad al tratamiento y poner en práctica todas las recomendaciones para superar su condición.
Como la mayoría de las fobias específicas, la belonefobia suele tener un alto porcentaje de éxito con la terapia cognitivo – conductual; un método muy efectivo es la desensibilización sistemática, donde el paciente debe ser expuesto al estímulo fóbico de forma gradual y controlada, con condicionamientos previamente adquiridos para poder ser capaz de controlar la situación.
Lo ideal es que la persona tenga nociones para desarrollar ejercicios de relajación, respiración y autocontrol, la terapia conversacional también es muy efectiva para disminuir los niveles de ansiedad en la persona.
Cómo perder la fobia a las agujas
Evidentemente la psicoterapia y las técnicas de relajación y exposición son muy efectivas para las fobias como la belonefobia; pero con el desarrollo de nuevas tecnologías, el espectro para el tratamiento de las fobias se ha expandido ampliamente.
Actualmente el término terapias de tercera generación se está volviendo muy frecuente entre expertos y profesionales de la psicología, el mismo hace referencia a la aplicación de tecnologías digitales para el tratamiento de las fobias.
Un ejemplo de este tipo de métodos es la terapia online; la cual es muy útil para tratar personas con trastornos fóbicos y mejorar su calidad de vida considerablemente. Igualmente, la realidad virtual ha generado resultados altamente positivos en la aplicación de la terapia de exposición.
Finalmente, existen diferentes aplicaciones móviles que están especialmente diseñadas para personas que sufren algún tipo de fobia, este tipo de herramientas además de ser muy prácticas tienen una mayor influencia en los pacientes, quienes se ven con un mayor grado de responsabilidad para hacerle frente a su condición.
Es evidente que con el paso del tiempo surgen nuevas formas para tratar y perder cualquier tipo de fobias, pero quizás lo más importante sea centrarse en cultivar hábitos mentales y emocionales saludables que le permitan a la persona afectada poder asumir su condición y entender de qué se trata para ponerle un punto final a sus miedos.
Como siempre, el apoyo de la familia y personas del entorno hacen que se vuelva un proceso mucho más sencillo y por ende será más fácil aplicar estos métodos para superar la belonefobia.