Uno de los miedos más comunes en los niños que también sufren algunos adolescentes y adultos es el miedo a la oscuridad. En este caso te contamos en qué se basa el miedo a la oscuridad, cuáles son sus causas y te damos algunos consejos para superar este tipo de fobia.
Cómo se llama el miedo a la oscuridad
Otro de los trastornos fóbicos que padecen sobre todo los niños pero que también afecta a algunos adultos y que realmente puede causar muchísimas limitaciones en las personas que tienen este problema es el miedo a la oscuridad que se denomina escotofobia. Este miedo se asocia también muchas veces con la nictofobia que es el miedo a la noche.
La escotofobia es un miedo muy irracional y totalmente extremo a la oscuridad que forma parte de los trastornos de ansiedad y que hace que las personas que lo padecen eviten siempre las situaciones y los sitios más oscuros.
Es normal que todos nos pongamos alerta en sitios más oscuros porque vemos menos y puede pasar cualquier cosa pero si detectamos que tenemos mucha ansiedad e incluso terror entonces tendremos un problema de miedo a la oscuridad y sería importante ir a un buen profesional a que nos tratase esta dolencia cuanto antes.
Se trata de un problema que es muy frecuente en los niños y normalmente sucede porque en su imaginario lo relacionan con las películas de miedo en dónde aparecen fantasmas y monstruos. En el caso de los adultos este tipo de miedos suelen desarrollarse por experiencias traumáticas sucedidas en lugares con muy poca visibilidad y se trata de una fobia que puede llegar a afectar muy negativamente al desarrollo de una vida normal. Las personas que padecen estos problemas pueden llegar a dejar de salir de casa por las noches y ser incapaces de dormir con la luz apagada en soledad.
Causas de la fobia a la oscuridad
Como decimos, las causas de la fobia a la oscuridad son realmente irracionales aunque en la caso de los adultos se pueden desarrollar después de alguna experiencia traumática. Las creencias irracionales de los niños hacia la oscuridad les hacen temerla pensando en historias de fantasmas o monstruos como los de las películas y los libros y también por las creencias populares que les hacen creer que algo malo les va a pasar.
En algunos casos, estas fobias también se desarrollan a partir de algún problema o experiencia traumática sucedido durante la infancia que los niños han asociado por algún tipo de aprendizaje de asociación (lo que los psicólogos llaman condicionamiento clásico). Además el miedo a la oscuridad también se puede desarrollar o aprender. Es decir, si los niños ven en las películas que hay que tener miedo a la oscuridad porque aparecen los fantasmas en poco tiempo, y si nadie les enseña lo contrario, desarrollarán miedo a la oscuridad.
Por otro lado, otros expertos también afirman que los humanos estamos predispuestos genéticamente a tener miedo a la oscuridad ya que se trata de una función adaptativa que nos ha permitido sobrevivir durante siglos. Es por todo ello que nos cuesta tanto superar los miedos irracionales ya que se trata de asociaciones cognitivas muy básicas y difíciles de tratar por un terapeuta.
Cómo superar el miedo a la oscuridad
Si tienes miedo a la oscuridad o los más peques de la casa padecen esta fobia no te preocupes porque aunque suele ser desesperante e incapacita bastante: tiene solución. La mayoría de psicólogos están acostumbrados a tratar este tipo de fobias y por tanto sin duda la mejor alternativa para ayudar a los niños a superar el miedo a la oscuridad es la terapia psicológica.
Por otro lado, aunque existen muchas escuelas distintas y metodologías variadas sin duda una de las mejores alternativas para tratar las fobias la terapia conductual cognitiva ya que es mucho más completa para tratar el miedo a la oscuridad.
Además cabe reseñar que para tratar el miedo a la oscuridad una de las técnicas más empleadas es la relajación, aunque también son interesantes las técnicas de exposición ya que al final se aprende a controlar la ansiedad y por tanto son probablemente las más eficientes.
Cómo perder la fobia a la oscuridad
Otro tipo de terapias interesantes para perder el miedo a la oscuridad son por ejemplo la terapia de aceptación, la hipnosis, la terapia cognitiva o por ejemplo las terapias de tercera generación, que son aquellas que suelen poner el acento en el contexto.