Cómo se llama el miedo al público y cómo perderlo y controlarlo

Hablar en público no es una tarea exclusiva de famosos, cualquiera puede tener que presentar un proyecto en el trabajo, hablar en una celebración familiar o hacer una propuesta en una reunión de vecinos.

Algunas personas se desenvuelven con naturalidad ante este reto. Otros, solo con pensar, tienen pánico, no duermen y se ponen ansiosos. El miedo a hablar en público es una forma de ansiedad muy frecuente. Las personas con este temor evitan todo tipo de situaciones o las sufren sudando, con las manos y la voz temblorosas.

No obstante, cuando se trata de un temor excesivo, irracional e incontrolable ante dichas situaciones, estamos hablando de una fobia, la glosofobia. El término glosofobia proviene de la unión de los términos de origen griego “glossa” que se traduce como “lengua” y “fobos” que corresponde a “miedo”.

Qué es el miedo al público

Como habrás deducido al ver la palabra fobia, se trata de un miedo irracional a una situación. A diferencia de la fobia social, por la cual se teme a la socialización, la glosofobia es una fobia situacional que se produce en el contexto específico de tener que hablar ante un público, aunque sean personas conocidas o un grupo reducido.

Además, existen ciertas características que la distinguen:

  • Excesiva dada la peligrosidad de la situación.
  • Irracional, no tiene explicación lógica.
  • Incontrolable, la persona no puede controlar sus emociones.
  • Continua y estable a lo largo del tiempo.

Los psicólogos apuntan a varias causas detonantes de esta patología:

  • Una experiencia negativa en el pasado, como el haber visto o experimentado burlas, humillación pública, bullying, sobre todo en la adolescencia. Estas situaciones afectan muy negativamente a la autoestima.
  • Timidez o introversión para la comunicación.
  • Falta de confianza que hacen que las personas con esta fobia se sientan inseguras.

Posibles consecuencias del miedo al público

Como comentábamos, la glosofobia se trata de un trastorno de ansiedad ante la situación de tener que hablar en público. A pesar de que cada persona puede tener diferentes síntomas normalmente estos se clasifican en físico, cognitivos y conductuales.

Síntomas físicos por glosofobia

La hiperactividad en el sistema nervioso central que provocan las fobias causa, a su vez, una gran cantidad de cambios y alteraciones en el organismo:

  • Aumento del ritmo cardíaco.
  • Aumento de la velocidad en la respiración por la sensación de falta de aire o asfixia.
  • Vértigos o mareos, confusión, así como náuseas y/o vómitos.
  • Se pueden producir desmayos.
  • Mayor sudoración.
  • Temblores.
  • Diarrea, gases.

Síntomas cognitivos por glosofobia

Ideas como que va a ser humillado, que la gente va a notar el nerviosismo o que no se va a hacer correctamente el discurso, son pensamientos muy comunes. Normalmente se crean ideas acerca de los posibles escenarios que se pueden dar y especulaciones obsesivas. Las imágenes mentales que se crean suelen ser catastróficas. Además, se suele tener miedo a perder el control de la situación.

Síntomas conductuales por glosofobia

Todos los comportamientos que tienen la finalidad de rehuir o esquivar la posibilidad de hablar en público son conductas de evitación. Hacerse el enfermo o inventar la muerte de un familiar pueden ser algunas de las excusas que se den para no tener que afrontar la fobia.

Una vez iniciada la situación, también se pueden dar situaciones de escape. Aunque lo más frecuente es que se den excusas ante estas situaciones.

¿Afecta el miedo al público el rendimiento de los deportistas profesionales?

Los deportistas, así como cualquier persona, también pueden tener miedo al público. Las fobias pueden provocar ansiedad, tanto en el trabajo como en la vida personal. 

Si hay una rueda de prensa y el deportista tiene glosofobia, puede estar estresado días antes. Esto le afectará al sueño y a su calidad de entreno, incluso, en los días de competición. Pues, muchas veces, por evitar ese malestar, lo que generan es mucho cansancio, físico y psicológico.

Un caso famoso de un deportista con fobia a volar es el de Dennis Bergkamp. Los kilómetros que tenía que recorrer en coche o en autobús, mientras sus compañeros viajan en avión para jugar los partidos, se le hacían muy pesados. Esto provocaba que fuera más cansado a los partidos.

Si apuestas en plataformas deportivas como Betcris, deberás tener en cuenta estos factores para analizar el rendimiento y los resultados de tu equipo y sus jugadores. La fortaleza mental de cada uno y también sus habilidades psicológicas son claves en sus resultados.

Cómo perder el miedo frente al público

Si tu fobia es muy elevada, es recomendable que visites un especialista en psicología. Existen tratamientos que pueden disminuir la intensidad de los síntomas e, incluso, llegar a eliminarlos.  La exposición en vivo de forma gradual puede ayudarte, así como un entrenamiento en técnicas de relajación.

Para hablar en público, debes aumentar tu confianza y relajarte. Estos consejos pueden ayudarte:

  • Infórmate sobre el tema

Cuanto más entiendas sobre el tema del que vas a hablar, tendrás menos probabilidades de cometer errores. Prepara las preguntas y respuestas que pueden hacerte.

  • Organízate

Planifica tu presentación y si tienes apoyos multimedia. Cuanto más organizado estés, menos nervioso te sentirás. Puedes llevar un apoyo en papel para no perder el hilo.

  • Práctica ante el espejo

Repasa el discurso viéndote en un espejo y analizando tu postura y gestos. Intenta memorizarlo. Cuantas más veces lo hagas, más seguro estará. Haz tu presentación ante algunas personas con quienes te sientas cómodo y así practicarás. Si te atreves, hazlo ante alguna persona con menos confianza y pídele sus comentarios. Incluso, puedes grabarte en vídeo.

  • Haz una lista de tus preocupaciones

Verás que muchas de ellas son poco probables. Verifica si hay evidencia objetiva que respalde cada preocupación, verás que has sobreestimado la situación.

  • Aprende a relajarte

Inhala lenta y profundamente dos o más veces antes y durante el discurso para tranquilizarte.

  • Visualiza tu éxito

Imagina que tu presentación saldrá bien. Los pensamientos positivos ayudan a reducir la ansiedad y negatividad.

  • Fija la vista en un punto fijo

Cuando estés hablando, mira a una persona a la que tengas confianza, imagina que solo hablas con ella y concéntrate en tu material.

  • No tengas miedo a los momentos de silencio

Si pierdes el hilo, simplemente respira lenta y profundamente un par de veces. Seguro que el tiempo te pasa más lento de lo normal, es común. No obstante, seguramente pasen unos segundos hasta que retomes el tema.

  • Siéntete orgulloso

Cuando acabes tu discurso, felicítate por superar tus miedos. Aunque no haya salido perfecto, la práctica hace al maestro.

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